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El puerto de Guilvinec es uno de los más importantes de toda Francia y recientemente se ha convertido quizás en uno de los más avanzados del mundo. En la sala de subastas, dos robots Stäubli TX200 HE se encargan de la recogida totalmente automatizada de pescado recién capturado.
El puerto de Guilvinec, en Bretaña, es uno de los más importantes de Francia en cuanto a la manipulación del pescado fresco. Y una mirada a la sala de subastas ofrece una verdadera sorpresa: dos grandes robots Stäubli celebran su estreno y liberan a los empleados del trabajo manual pesado.
En la subasta de pescado de Guilvinec se venden cada año cerca de 14.000 toneladas de pescado y mariscos procedentes de la pesca costera y de altura, a las que se suman otras 32.000 toneladas al volumen anual de otras subastas de pescado. Cada año, estas 14.000 toneladas deben ser descargadas, refrigeradas, clasificadas, presentadas en la subasta diaria y proporcionadas por comisión. Esto se lleva a cabo en contenedores de hasta 40 kg de peso, y hasta ahora se realizaba con carretillas elevadoras y, en gran medida, de forma manual, en un ambiente húmedo y frío.
Es obvio que estas condiciones de trabajo no son precisamente propicias para una buena salud. La pregunta era: ¿Qué pasos de trabajo se pueden automatizar para mejorar las condiciones de trabajo durante las subastas y en general?
Un ingeniero de planta desarrolló una solución basada en dos elementos principales: el etiquetado RFID de los contenedores y la recogida robótica del pescado fresco vendido en las subastas. Todo comienza con la descarga de los barcos, que ahora se realiza mediante tecnología RFID en contenedores de subasta registrados. Con los chips integrados, se pueden identificar y localizar de forma fiable, y determinar su contenido. Este es el requisito previo para automatizar el proceso y para la transparencia en todo el flujo de materiales.
A continuación, se automatizó el pesaje de los contenedores y la distribución de la mercancía subastada. Una impresionante instalación con dos robots y ocho líneas de distribución componen esta innovación. La mercancía vendida se transporta a través de un sistema de transporte a una zona de picking automatizada. Dos robots de seis ejes Stäubli TX200 HE manipulan los contenedores. A continuación, las pilas se distribuyen en ocho transportadores de acumulación y se transportan desde allí.
La preparación de mercancías, una actividad pesada y especialmente exigente, se realiza ahora sin intervención manual. El objetivo de mejorar las condiciones de trabajo realmente difíciles podría alcanzarse al cien por cien con esta solución.
Los dos robots de seis ejes Stäubli TX200 de diseño HE se desenvuelven perfectamente en las condiciones extremas de la sala de subastas de pescado. El frío, la humedad y el agua salada no pueden dañar estas robustas máquinas. Las características de diseño, como la encapsulación completa y un diseño resistente a la corrosión, les permiten funcionar con alta precisión y lograr una larga vida útil a pesar de las duras condiciones ambientales.
Con un alcance de casi 2,2 metros y una capacidad de carga de 130 kilogramos, las dos TX200 HE de Stäubli tienen los atributos ideales para manipular los pesados contenedores de pescado fresco. Otra ventaja de estos robots es su facilidad de manejo: no se requieren expertos en robots para operar el sistema de picking. Más bien, la interfaz humano-robot está diseñada para ser lo más autoexplicativa posible. Esto se puede lograr fácilmente con los robots Stäubli.