Algunas plantas de la industria del plástico suelen hacer malabarismos con varios cientos e incluso más de mil moldes diferentes. Su productividad no solo depende del rendimiento de las máquinas. La gestión del tiempo de inactividad a menudo dicta si se gana o se pierde productividad. Los cambios en los moldes de inyección son una etapa crítica en la industria del plástico. Retirar el molde anterior, sujetar el nuevo molde, conectar/desconectar todos los circuitos de energía, precalentar el molde... La cantidad de tiempo de inactividad puede comenzar a acumularse. Sin embargo, estas etapas ofrecen un gran margen de optimización.
"El uso de conectores rápidos nos ha ahorrado cerca de un 40 % en nuestros procesos durante los cambios en la línea de producción".
Denis P. Ingeniería de Métodos
Las ganancias obtenidas en términos de tiempo de operador y costos de máquina varían según el sector, e incluso en sitios dentro del mismo sector. La tasa de optimización alcanzada con el proceso QMC responde a las expectativas específicas expresadas por los profesionales de la industria.
Cuando se mide in situ, el tiempo real requerido para llevar a cabo un cambio de línea de producción a veces resulta ser mucho más largo que el tiempo teórico. Por lo tanto, la observación de la operación da lugar a mejoras organizativas.
Los observadores también identifican maniobras peligrosas para los operarios que manipulan los moldes. Como resultado, la prueba realizada en toda la línea se convierte en clave para mejorar la productividad. Esta experiencia justifica la recomendación de cambios efectivos que ahorrarán tiempo, aumentarán la flexibilidad, aumentarán la seguridad, mejorarán la confiabilidad del proceso y garantizarán la calidad de las piezas producidas.